EL SIRVE Y DA EL EJEMPLO
Jesucristo es plenamente Dios y plenamente hombre. Durante Su tiempo en la tierra, Él permaneció conectado al corazón de Su Padre y atento a Su voz. Jesús estudió las Escrituras y las conocía como la palma de Su mano. Él sirve como el ejemplo perfecto para aprender la Palabra de Dios. Jesús vivió la Palabra. Él sabía la Palabra. Él predicó la Palabra, JESÚS FUE Y ES... ¡LA PALABRA!
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