viernes, 15 de noviembre de 2013

HAY ESPERANZA

Por eso, aunque pasamos por muchas dificultades, no nos desanimamos. Tenemos preocupaciones, pero no perdemos la calma. La gente nos persigue, pero Dios no nos abandona. Nos hacen caer, pero no nos destruyen. A dondequiera que vamos, todos pueden ver que sufrimos lo mismo que Cristo, y que por obedecerlo estamos siempre en peligro de muerte. Pero también pueden ver, por medio de nosotros, que Jesús tiene poder para dar vida a los muertos. Y así, mientras que nosotros vamos muriendo, ustedes van cobrando nueva vida. (2 Corintios 4:8-12)

El apóstol Pablo nos recuerda que aunque podamos estar al final de nuestra soga, nunca estaremos al final de la esperanza. 

Nuestros cuerpos perecederos están sujetos al pecado y al sufrimiento pero Dios NUNCA nos abandona.

Como Cristo obtuvo la victoria sobre la muerte, tenemos vida eterna. Todos nuestros riesgos, humillaciones y pruebas son oportunidades para demostrar el poder y la presencia de Cristo en y a través de nosotros.

Que Dios te bendiga

No hay comentarios:

Publicar un comentario