¿Qué hace con Los Celos ?
Definitivamente a lo mejor nadie de nosotros ha estado exento a caer en las destrosantes garras de los celos. Ya que por A o B razón hemos permitido en momento determinado que los celos se apoderen de nuestras acciones o de nuestras palabras.
Lo mas difícil de aceptar es que por causa de los celos muchas relaciones entre: esposos, novios, amigos, familiares, etc se han perdido, ya que de los celos lo único que se consigue es una “pelea” y lastimosamente nosotros los cristianos no estamos exentos de esta obra de la carne.
Es por esa razón que queremos hablar en esta hora acerca de LOS CELOS y tratar de ayudarte a no caer en ese error y si ya caíste queremos ayudarte a salir. Por esa razón lo primero que queremos hacer es definir que son los Celos:
¿QUE SON LOS CELOS?
· Los celos son una emoción sentida por aquel que percibe que otra persona da a una tercera algo que él quiere para sí (normalmente atención, amor o afecto).
· Los celos serían una emoción secundaria, de odio que se prueba por frustración viendo otro gozar de una ventaja que no se posee o que se desearía poseer exclusivamente.
· Podríamos definirlos como un estado emotivo ansioso que padece una persona y que se caracteriza por el miedo ante la posibilidad de perder lo que se posee-tiene, o se considera que se tiene-posee, o se debiera tener-poseer (amor, poder, imagen profesional o social…)
· Envidia que causa el que otra persona disfrute de algo que uno quería para sí. Temor a que otra persona pueda ser preferida a uno: tener celos de alguien.
· Los celos según la Biblia son obra de la carne, de nuestra naturaleza pecaminosa y nuestro YO egoísta descontrolado.
¿EN QUE AMBITOS SE PUEDE NOTAR LOS CELOS?
Los celos además de ser una obra de la carne, demuestra la el nivel espiritual que andamos, ya que una persona de la cual constantemente fluyen celos, es una persona que esta descuidando su vida espiritual. Ahora bien ¿En que ámbitos pueden demostrarse los celo?:
Celos Ministeriales: por una parte pueden ser celos en cuanto a la obra de Dios, me refiero a que hay personas que tratan la manera de que todo lo que se hace para Dios sea lo mejor y que las personas que realizan determinada tarea en la Iglesia vivan vidas santas. Por esa parte esos celos los podrían ser aceptables según la Biblia.
Pero por otra parte esta los celos de aquellas personas que al no poder alcanzar cierto privilegio permiten que de su boca salgan palabras en contra de las personas que están desempeñando aquellas cosas que ellos mismos no pudieron alcanzar. Esta clase de celos van en contra de la voluntad de Dios y están dejando ver a simple vista que son una obra de la carne.
Celos Sentimentales: Esta clase de celos no se tendría que en un ambiente Cristiano, ya que si vivimos para Dios es obvio que trataremos la manera de agradarle en todo lo que hacemos.
Pero lastimosamente aun nosotros los cristianos nos dejamos dominar por los celos, sin darnos cuenta que al permitir dominarnos por ellos, estamos cediendo a la carne. La Biblia dice: “No satisfagáis los deseos de la carne”.
Cuando en una relación ya sea de Esposos o de novios, se permite que entren los celos en acción, dicha relación tiende a deteriorarse, porque los celos están haciendo notar que no hay confianza entre la pareja, y cuando no hay confianza entre la pareja entonces dicha relación será mas difícil sobrellevarla.
Luis Palau quien es escritor de muchos libros de superación espiritual dice: “Hay que tener en cuenta que los celos son una proyección de nuestra propia infidelidad. Muchas veces una persona es celosa porque ella misma fue infiel anteriormente y luego sospecha que su novia también lo sea.”
¿CÓMO EVITAR LOS CELOS?
En primer lugar te queremos dar algunos consejo de cómo evitar ser dominado por los celos:
· Teniendo una mente renovada por Cristo y permitiendo que El sea el dueño absoluto de tu vida y de tus pensamientos.
· Orar por la persona con la que deseas tener una relación de noviazgo, pero te anticipes hasta que Dios te de una respuesta. Mientras tanto espera en El.
· Tener mejor comunicación para que no halla mal interpretación de las cosas.
· Tener un corazón humilde y dispuesto a ser transformado día a día por Jesús.
¿CÓMO SER LIBRE DE LOS CELOS?
Si lastimosamente ya caíste en las garras de los celos y te es muy difícil salir de ellos te queremos dar unas recomendaciones para que puedas ser libre de esta obra de la carne:
· Cuando una persona tiene celos y sospechas infundadas llegando al punto de hacer el ridículo, debe tomar una firme determinación. En primer lugar, arrodillarse ante Dios y pedir perdón, porque los celos son un pecado que destruye la relación entre novios o cónyuges. Dios está siempre dispuesto a perdonar. Pero el perdón no basta, porque a menudo los celos persisten.
· Debe pedir a Dios mismo que venga a ordenar su mente en la persona de Jesucristo orando: “Jesucristo, te necesito en mi corazón. Quita con tu poder este egocentrismo que me hace sospechar de la persona que más amo en el mundo. Apodérate de mis pasiones y arráncalas de mi ser. Líbrame de estos celos que me agobian”.
· Después de esta oración usted va a experimentar la libertad que el Hijo de Dios otorga. Ábrale su corazón a Cristo, El va a renovar su mente, quitándole los celos y sospechas que le impiden gozar de la felicidad que tanto anhela. Ponga su vida en las manos de Cristo ahora mismo.
La única forma de contrarrestar los celos es manteniendo diariamente una relación personal con Jesús y hacer de el tu modelo de vida, de esta manera tu mente no permitirá anidar pensamientos de desconfianza, de envidia u otro pensamiento negativo que el enemigo quiera lanzar a tu mente. Recuerda: “Solo de la mano de Jesús puedes vencer cualquier obstáculo que se te presente”.
III. ¿COMO SE VENCE?
A. Reconocer que tenemos celos de alguien
B. Renunciando a los celos
C. Confesándolo delate del Señor
D. Pidiendo perdón a los que hemos dañado por el celo
Frente a esta manifestación de inseguridad en nuestra vida o quizá de alguien próximo, es aconsejable avanzar con algunas pautas prácticas que describo a continuación:
1.- Reconocer que los celos son fruto de la carne
Nadie nace con celos ni puede argumentar que es proclive a sentirlos. Alimentarlos en nuestra vida y permitir que tomen fuerza es una manifestación de la vieja naturaleza en el ser humano, tal como lo advirtió el apóstol Pablo: “Mientras haya entre ustedes celos y contiendas, ¿no serán inmaduros? ¿Acaso no se estarán comportando según criterios meramente humanos?”(1 Corintios 3:3 Biblia Nueva Versión Internacional).
Sobre esta base, es prioritario abrirnos al mover de Dios para que se produzcan los cambios que requerimos.
2.- Evaluar nuestras actitudes
Es fundamental tomar el tiempo necesario para revisar qué está provocando en nosotros la situación de celos. Y en lo posible, confrontar a nuestra pareja. Con serenidad, sensatez y tolerancia, es posible llegar a un acuerdo que permita corregir aquellas actuaciones que podrían despertar inseguridad respecto a sus sentimientos.
4.- Someter nuestras emociones a Dios
El propósito de cambiar la inclinación a los celos injustificados tiende a fracasar a menos que sometamos nuestros sentimientos y emociones a Dios. De lo contrario y, como lo podemos apreciar en la Biblia, no solo estarán ahí, siempre latentes, sino que pueden llevarnos a cometer locuras: “Porque los celos enfurecen al hombre, y no perdonará en el día de la venganza.” (Proverbios 6:34. Versión Biblia de Las Américas). ¿Quién puede transformar esas circunstancias? Dios.
El nos creó y tiene el poder para hacer esos ajustes que tanto requerimos.
5.- Generar seguridad en la pareja
Si bien es cierto sentimos celos, también es honesto reconocer que –si los enfrentamos por parte de nuestro cónyuge—puede originarse en un comportamiento que no despierta seguridad en nuestra pareja. Es necesario hacerle sentir que sus sentimientos están correspondidos y que, de nuestra parte, hay compromiso en la relación.
Este aspecto lo abordó bellamente el poeta de Israel cuando escribió en el diálogo que sostiene una pareja de esposos: “Ponme como sello sobre tu corazón, como sello sobre tu brazo, porque fuerte como la muerte es el amor, inexorables como el Seol, los celos; sus destellos, destellos de fuego, la llama misma del SEÑOR.” (Cantares 8:6. Versión Biblia de Las Américas).
Una encuesta que realizó hace poco un diario caleño señalaba que un 47% de los 612 hombres y mujeres consultados, consideraba agradable despertar celos así tuvieran posteriormente que dar cuenta de qué hacían, a qué hora y en qué lugar. Lo importante era llamar la atención a su cónyuge, explicaron.
6.- Es necesario un cambio en nuestra actitud
Definitivamente Dios transforma. Y esa transformación se refleja en nuestro cambio de actitud y en particular, en un hecho que puede empañar una buena relación de pareja como son los celos. No hay un testimonio cristiano saludable donde priman emociones incontroladas, tal como lo advertía el apóstol: “Porque donde hay celos y ambición personal, allí hay confusión y toda cosa mala.”(Santiago 3:16).
Cuando Dios tiene el pleno control de nuestras emociones y actitudes, seguramente tendremos buenas relaciones en el interactuar con nuestra pareja y quienes nos rodean.
CONCLUSIÓN:
Cuando te sientas inseguro(en las áreas que ya mencione) no reacciones mal, tu cónyuge no tiene la culpa de tu atadura, tus hijos tampoco tiene la culpa, tu hermano en la Iglesia, en el grupo no tienen la culpa, tu compañero de trabajo tampoco.
Con los Celos puedes culpar a un inocente aunque este tenga antecedentes, pide a Dios que tenga el control de tu Pareja y así aprende a confiar mas en Dios que el tendrá la situación bajo control.
Definitivamente a lo mejor nadie de nosotros ha estado exento a caer en las destrosantes garras de los celos. Ya que por A o B razón hemos permitido en momento determinado que los celos se apoderen de nuestras acciones o de nuestras palabras.
Lo mas difícil de aceptar es que por causa de los celos muchas relaciones entre: esposos, novios, amigos, familiares, etc se han perdido, ya que de los celos lo único que se consigue es una “pelea” y lastimosamente nosotros los cristianos no estamos exentos de esta obra de la carne.
Es por esa razón que queremos hablar en esta hora acerca de LOS CELOS y tratar de ayudarte a no caer en ese error y si ya caíste queremos ayudarte a salir. Por esa razón lo primero que queremos hacer es definir que son los Celos:
¿QUE SON LOS CELOS?
· Los celos son una emoción sentida por aquel que percibe que otra persona da a una tercera algo que él quiere para sí (normalmente atención, amor o afecto).
· Los celos serían una emoción secundaria, de odio que se prueba por frustración viendo otro gozar de una ventaja que no se posee o que se desearía poseer exclusivamente.
· Podríamos definirlos como un estado emotivo ansioso que padece una persona y que se caracteriza por el miedo ante la posibilidad de perder lo que se posee-tiene, o se considera que se tiene-posee, o se debiera tener-poseer (amor, poder, imagen profesional o social…)
· Envidia que causa el que otra persona disfrute de algo que uno quería para sí. Temor a que otra persona pueda ser preferida a uno: tener celos de alguien.
· Los celos según la Biblia son obra de la carne, de nuestra naturaleza pecaminosa y nuestro YO egoísta descontrolado.
¿EN QUE AMBITOS SE PUEDE NOTAR LOS CELOS?
Los celos además de ser una obra de la carne, demuestra la el nivel espiritual que andamos, ya que una persona de la cual constantemente fluyen celos, es una persona que esta descuidando su vida espiritual. Ahora bien ¿En que ámbitos pueden demostrarse los celo?:
Celos Ministeriales: por una parte pueden ser celos en cuanto a la obra de Dios, me refiero a que hay personas que tratan la manera de que todo lo que se hace para Dios sea lo mejor y que las personas que realizan determinada tarea en la Iglesia vivan vidas santas. Por esa parte esos celos los podrían ser aceptables según la Biblia.
Pero por otra parte esta los celos de aquellas personas que al no poder alcanzar cierto privilegio permiten que de su boca salgan palabras en contra de las personas que están desempeñando aquellas cosas que ellos mismos no pudieron alcanzar. Esta clase de celos van en contra de la voluntad de Dios y están dejando ver a simple vista que son una obra de la carne.
Celos Sentimentales: Esta clase de celos no se tendría que en un ambiente Cristiano, ya que si vivimos para Dios es obvio que trataremos la manera de agradarle en todo lo que hacemos.
Pero lastimosamente aun nosotros los cristianos nos dejamos dominar por los celos, sin darnos cuenta que al permitir dominarnos por ellos, estamos cediendo a la carne. La Biblia dice: “No satisfagáis los deseos de la carne”.
Cuando en una relación ya sea de Esposos o de novios, se permite que entren los celos en acción, dicha relación tiende a deteriorarse, porque los celos están haciendo notar que no hay confianza entre la pareja, y cuando no hay confianza entre la pareja entonces dicha relación será mas difícil sobrellevarla.
Luis Palau quien es escritor de muchos libros de superación espiritual dice: “Hay que tener en cuenta que los celos son una proyección de nuestra propia infidelidad. Muchas veces una persona es celosa porque ella misma fue infiel anteriormente y luego sospecha que su novia también lo sea.”
¿CÓMO EVITAR LOS CELOS?
En primer lugar te queremos dar algunos consejo de cómo evitar ser dominado por los celos:
· Teniendo una mente renovada por Cristo y permitiendo que El sea el dueño absoluto de tu vida y de tus pensamientos.
· Orar por la persona con la que deseas tener una relación de noviazgo, pero te anticipes hasta que Dios te de una respuesta. Mientras tanto espera en El.
· Tener mejor comunicación para que no halla mal interpretación de las cosas.
· Tener un corazón humilde y dispuesto a ser transformado día a día por Jesús.
¿CÓMO SER LIBRE DE LOS CELOS?
Si lastimosamente ya caíste en las garras de los celos y te es muy difícil salir de ellos te queremos dar unas recomendaciones para que puedas ser libre de esta obra de la carne:
· Cuando una persona tiene celos y sospechas infundadas llegando al punto de hacer el ridículo, debe tomar una firme determinación. En primer lugar, arrodillarse ante Dios y pedir perdón, porque los celos son un pecado que destruye la relación entre novios o cónyuges. Dios está siempre dispuesto a perdonar. Pero el perdón no basta, porque a menudo los celos persisten.
· Debe pedir a Dios mismo que venga a ordenar su mente en la persona de Jesucristo orando: “Jesucristo, te necesito en mi corazón. Quita con tu poder este egocentrismo que me hace sospechar de la persona que más amo en el mundo. Apodérate de mis pasiones y arráncalas de mi ser. Líbrame de estos celos que me agobian”.
· Después de esta oración usted va a experimentar la libertad que el Hijo de Dios otorga. Ábrale su corazón a Cristo, El va a renovar su mente, quitándole los celos y sospechas que le impiden gozar de la felicidad que tanto anhela. Ponga su vida en las manos de Cristo ahora mismo.
La única forma de contrarrestar los celos es manteniendo diariamente una relación personal con Jesús y hacer de el tu modelo de vida, de esta manera tu mente no permitirá anidar pensamientos de desconfianza, de envidia u otro pensamiento negativo que el enemigo quiera lanzar a tu mente. Recuerda: “Solo de la mano de Jesús puedes vencer cualquier obstáculo que se te presente”.
III. ¿COMO SE VENCE?
A. Reconocer que tenemos celos de alguien
B. Renunciando a los celos
C. Confesándolo delate del Señor
D. Pidiendo perdón a los que hemos dañado por el celo
Frente a esta manifestación de inseguridad en nuestra vida o quizá de alguien próximo, es aconsejable avanzar con algunas pautas prácticas que describo a continuación:
1.- Reconocer que los celos son fruto de la carne
Nadie nace con celos ni puede argumentar que es proclive a sentirlos. Alimentarlos en nuestra vida y permitir que tomen fuerza es una manifestación de la vieja naturaleza en el ser humano, tal como lo advirtió el apóstol Pablo: “Mientras haya entre ustedes celos y contiendas, ¿no serán inmaduros? ¿Acaso no se estarán comportando según criterios meramente humanos?”(1 Corintios 3:3 Biblia Nueva Versión Internacional).
Sobre esta base, es prioritario abrirnos al mover de Dios para que se produzcan los cambios que requerimos.
2.- Evaluar nuestras actitudes
Es fundamental tomar el tiempo necesario para revisar qué está provocando en nosotros la situación de celos. Y en lo posible, confrontar a nuestra pareja. Con serenidad, sensatez y tolerancia, es posible llegar a un acuerdo que permita corregir aquellas actuaciones que podrían despertar inseguridad respecto a sus sentimientos.
4.- Someter nuestras emociones a Dios
El propósito de cambiar la inclinación a los celos injustificados tiende a fracasar a menos que sometamos nuestros sentimientos y emociones a Dios. De lo contrario y, como lo podemos apreciar en la Biblia, no solo estarán ahí, siempre latentes, sino que pueden llevarnos a cometer locuras: “Porque los celos enfurecen al hombre, y no perdonará en el día de la venganza.” (Proverbios 6:34. Versión Biblia de Las Américas). ¿Quién puede transformar esas circunstancias? Dios.
El nos creó y tiene el poder para hacer esos ajustes que tanto requerimos.
5.- Generar seguridad en la pareja
Si bien es cierto sentimos celos, también es honesto reconocer que –si los enfrentamos por parte de nuestro cónyuge—puede originarse en un comportamiento que no despierta seguridad en nuestra pareja. Es necesario hacerle sentir que sus sentimientos están correspondidos y que, de nuestra parte, hay compromiso en la relación.
Este aspecto lo abordó bellamente el poeta de Israel cuando escribió en el diálogo que sostiene una pareja de esposos: “Ponme como sello sobre tu corazón, como sello sobre tu brazo, porque fuerte como la muerte es el amor, inexorables como el Seol, los celos; sus destellos, destellos de fuego, la llama misma del SEÑOR.” (Cantares 8:6. Versión Biblia de Las Américas).
Una encuesta que realizó hace poco un diario caleño señalaba que un 47% de los 612 hombres y mujeres consultados, consideraba agradable despertar celos así tuvieran posteriormente que dar cuenta de qué hacían, a qué hora y en qué lugar. Lo importante era llamar la atención a su cónyuge, explicaron.
6.- Es necesario un cambio en nuestra actitud
Definitivamente Dios transforma. Y esa transformación se refleja en nuestro cambio de actitud y en particular, en un hecho que puede empañar una buena relación de pareja como son los celos. No hay un testimonio cristiano saludable donde priman emociones incontroladas, tal como lo advertía el apóstol: “Porque donde hay celos y ambición personal, allí hay confusión y toda cosa mala.”(Santiago 3:16).
Cuando Dios tiene el pleno control de nuestras emociones y actitudes, seguramente tendremos buenas relaciones en el interactuar con nuestra pareja y quienes nos rodean.
CONCLUSIÓN:
Cuando te sientas inseguro(en las áreas que ya mencione) no reacciones mal, tu cónyuge no tiene la culpa de tu atadura, tus hijos tampoco tiene la culpa, tu hermano en la Iglesia, en el grupo no tienen la culpa, tu compañero de trabajo tampoco.
Con los Celos puedes culpar a un inocente aunque este tenga antecedentes, pide a Dios que tenga el control de tu Pareja y así aprende a confiar mas en Dios que el tendrá la situación bajo control.
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