miércoles, 26 de junio de 2013

A Pablo se le prometió un ministerio fructífero. Pero él tenía que pasar por grandes sufrimientos para llevarlo a cabo.

Sufrimiento .... dolor... agonía física, angustia, angustia emocional y dolor espiritual. Según las escrituras, Pablo experimentó cada uno de estos. Él sufrió aguijón en su carne, naufrágios, apedreamientos, golpizas y robos. ..enfrentó rechazos, burlas y murmuraciones malignas. ... soportó todo tipo de persecuciones. Y hubieron momentos en que se sintió perdido, confundido e incapaz de escuchar de Dios.

El sufrimiento es un área de la vida sobre el cual no tenemos control.
Es donde aprendemos a entregarnos a la voluntad de Dios.

La escuela de la entrega.
Es lugar de adiestramiento donde, como Pablo, caemos sobre nuestros rostros y terminamos llorando, “Señor, no puedo con esto.” Y Él nos responde, “ Yo me encargaré. Entrégate a mí por completo, tu cuerpo, alma, mente, corazón, todo. Confía en mí plenamente.”

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