¿Quién hay entre vosotros que teme a Jehová,
y oye la voz de su siervo? El que anda en
tinieblas y carece de luz, confíe en el nombre
de Jehová, y apóyese en su Dios. (Isaías 50:10)
El sol nunca más te servirá de luz para el día,
ni el resplandor de la luna te alumbrará, sino
que Jehová te será por luz perpetua, y el Dios
tuyo por tu gloria. (Isaías 60:19)
El pueblo asentado en tinieblas vio gran luz; y
a los asentados en región de sombra de muerte,
luz les resplandeció. (Mateo 4:16)
Jesús, la luz, disipa la oscuridad. Su presencia en los
corazones ahuyenta el pecado, la culpabilidad y el temor. Su
amor echa fuera el odio. Su luz trae esperanza, seguridad,
consuelo y fortaleza al alma.
Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién
temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de
quién he de atemorizarme? (Salmo 27:1)
La luz es más fuerte que la oscuridad. Toda la oscuridad que
hay en el mundo es incapaz de apagar aun una sola luz.
Jesús ,fuente de luz espiritual que echa fuera la tristeza.
Él inunda tu alma con su luz y su Presencia.
La luz en las tinieblas resplandece, y las
tinieblas no prevalecieron contra ella.
(Juan 1:5)
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